Los residuos municipales son los que se generan en domicilios particulares, comercios, oficinas y servicios, o que se pueden asimilar a los que se producen en estos espacios.
También se consideran residuos municipales los procedentes de la limpieza municipal (calles, zonas verdes...) y otros menos numerosos (animales domésticos muertos, muebles, enseres, vehículos abandonados, residuos de obras menores...).
En general, la gestión de los residuos municipales es competencia de cada municipio; esto incluye la recogida, el transporte y el tratamiento.
Sin embargo, al ámbito metropolitano, el tratamiento de los residuos es competencia del AMB desde que se creó en 2010.
La Generalitat, a través de la ARC, tiene competencia sobre los residuos municipales —entre otros— en Cataluña.
Concretamente, tiene que elaborar una plan autonómico de gestión de residuos municipales y colaborar con la financiación que los entes locales necesitan para desarrollar las instalaciones previstas en este plan.