Los residuos municipales son los que se generan en domicilios particulares, comercios, oficinas y servicios, o que se pueden asimilar a los que se producen en estos espacios.
También se consideran residuos municipales los procedentes de la limpieza municipal (calles, zonas verdes...) y otros menos numerosos (animales domésticos muertos, muebles, enseres, vehículos abandonados, residuos de obras menores...).
En general, la gestión de los residuos municipales es competencia de cada municipio, incluyendo la recogida, el transporte y el tratamiento.
Sin embargo, al ámbito metropolitano, el tratamiento de los residuos es competencia de la AMB desde que se creó el 2011.
La Generalitat, a través del ARC, tiene competencia sobre los residuos municipales —entre otros— en Cataluña.
Concretamente, tiene que elaborar una plan autonómico de gestión de residuos municipales y colaborar con la financiación que los entes locales necesitan para desarrollar las instalaciones previstas en este plan.